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jueves, 26 de octubre de 2017

EL BAUL


                   Foto Tiguaz
Convulso, aquel baúl se desarmaba
en el triste desván húmedo y frío,
crujidos lastimeros suspiraba
asqueado de un  olvido tan impío;

a veces parecía que  sangraba
dejándose vencer por el hastío
de tanta incomprensión que le negaba
inexorable tiempo, el desvarío.

El polvo recubría  la madera,
por dentro, la nostalgia en lo vivido
regada con raudales de tu olvido.

  Sonidos de tacón en la escalera;
mi reloj tiene nombre de esperando,

esa espera  al final  me va abocando.


martes, 24 de octubre de 2017

LA GATA AZUL


       Foto Tiguaz
Eres la gata azul de mi tejado
la que maúlla cuando esta la luna llena
mirándome con ojos de verbena,
pausada, de puntillas y esperando.


Aveces me pregunto ilusionado
que dice con su canto de sirena
sumergido tal vez en esa escena
como sueño inconsciente y no acordado.

De pronto se nos va la blanca luna
a dormir en los brazos de Morfeo,
y mi gata se esconde cual ninguna

simulando que marcha de paseo;
si quieres hoy te arropo en esta cuna
cantándote a ese ritmo de torneo.

viernes, 13 de octubre de 2017

OTOÑO





      Foto Tiguaz
Hojas muertas cubriendo están el suelo
anunciando la muerte  del verano
como lágrimas que anuncian desconsuelo
tendidas, indolentes, de la mano.

Más tarde cubrirán de manto blanco
las nieves del invierno que se acerca
vertiendo de misterio en su barranco
y noto cada vez mucho más cerca.

Después renacerá la primavera
con su encanto variado de mil flores
cada año será  la que envolviera
aquel muestrario azul de mil colores.

A mi vera regresa fiel verano,
nunca olvides a este que te espera
tiempo habrá de recordar al otro arcano
al que hace poco  dejo al invierno fuera.


martes, 3 de octubre de 2017

QE ME CANTES UN BOLERO

           Foto Tiguaz


        Foto Tiguaz
No quiero que me cantes un bolero
al amparo de un  son desafinado
que miente como todo lo acabado
termina con olvidos de te quiero.

Si sabes que en la vida desespero
por la ausencia de besos aun no dados
transformandos en un tibio aguacero
de música doliente que prefiero;

después  el recordar esa cruzada
de notas discordantes y amarillas
diciendo, ya lo ves, no dicen nada,

que pasan en silencio y de puntillas.
Las lágrimas regaban tus mejillas
en un baile de notas bien sencillas
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