que a veces se trasforma en un torrente
como el beso dulce
de la fuente
y siento que tu amor
es solo mío.
Me abrigas por la
noche de aquel frio
que a destiempo me ataca inconsecuente
y siento de tu ser
tan consistente
balbuceos de amores
sin sentido.
La sabana te oculta
de mi vista,
mis manos
recorriendo van tu espalda
y no hay nada mi amor, que se resista
a tu ropa interior
de rojo y gualda;
solo quiero de ti
alguna pista
para poder quitarte la guirnalda.