Foto Tiguaz
El sabor agridulce
de tus besos
como flan confitado
de esperanza
inmerso en los
acordes de la danza
que nublan los
ocasos de los versos.
Espero cada día los
regresos
con total y genuina
confianza
al abrigo de tal
precaria usanza
porque intuyo mil
sórdidos excesos.
Mis manos recorrían
tú cintura,
los labios el olor
de la palabra
que vive los
instantes de paura
y recorre sutil eso
que labra.
No me sueltes amor, sienteme dentro,
parpadeo de luz a barlovento.