Enredada en la rima
de un soneto
se columpia la
estrofa consentida
resulta corazón, la
más querida
pudiendo realizar lo que prometo;
de sueños lo
contemplo tan repleto
un amor como
impávida, sentida,
para curar a besos
esa herida,
si quieres te la
cuento hasta en secreto.
Los tercetos
queridos y soñados,
los cuartetos serán
de aga cadabra
que contengan tan
solo la palabra
y puedan resultar
hasta sentidos.
Ya termino, catorce
y está hecho,
me marcho tan ufano
y satisfecho.