Foto Tiguaz
Va llamando esta brisa a la ventana
con el toque sutil de la añoranza
que pueda convertirse en la lembranza
del frio que desprenda la mañana.
Es el pelo entrecano de una anciana
convertido de
pronto en esa danza
con el punto elegante de alabanza
que refleja algún
toque de campana.
Y después el otoño nos abraza
con la siembra constante de las hojas
que del árbol se sueltan silenciosas
sin sentido, inmersas en otra danza.
El verano ya está casi acabado,
no olvide regresar a nuestro lado.