Naciste bajo la luna
al compás de las
estrellas
en la marchita Castilla
con los acordes de tuna
y el sentir de
hierba buena.
Creciste muy poco a
poco
la mirada siempre
atenta
de tu amigo y buen
mentor,
con la mirada serena
rogándole a ese buen Dios
que protegerte
pudiera
Después el tiempo pasó
como pasa una
tormenta
y la luz se terminó
con los toques de
quimera,
diciéndonos solo
adiós;
espéranos en las
estrellas.