ni acaricia no
arrulla, solo nada,
como aquella canción desdibujada
la música no existe, estás ausente.
Bien trate de
seguirte la corriente,
me topé la sonrisa
apasionada
diciendo sin decir
no dice nada
murmurando aquel
sonar incongruente.
La toalla se
desplaza lentamente
por todos los
rincones de mi vida
los riega de sabor a
despedida
como el rumor más
turbio de esta fuente.
Tu frío se desplaza
por la espalda,
antaño lo sentí como
guirnalda.