Las gaviotas jugando con el viento,
navegando, dejándose acariciar,
henchidas las plumas, son su sustento
desafiando así su raudo volar.
Las veo tan cerca, son sentimiento
con aleteos propios de su soñar
acariciando así magias de ungüento
por no interrumpir su bello caminar.
Ahora despacio, luego más lento
son sus aleteos como suspirar,
magia de su vuelo guardado dentro
capeando del arrecife el temporal;
regresa pronto, mi blanca gaviota
si no te tengo, puede ser el final.
Foto Tiguaz