Foto Tiguaz
Ninguno de los tres
supo amoldarse,
el viento por que
estaba ensimismado
con temor de poder
enamorarse
y corriendo del uno al otro lado;
En cambio tú me
hablabas diferente
con la palabra casi
acariciabas,
quisieras tal vez
que fuera el afluente
de la falta de
cariño que notabas.
Nos miramos sin
cortinas, de frente,
el Siroco se hacia
el despistado
daba la sensación
como de ausente
sin embargo corría
hacia mi lado.
Solo quedamos los
dos como afluente,
se escribe así el amor apasionado.