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sábado, 9 de abril de 2016

CONVERSACIONES CON MI MUSA





Foto Tiguaz

Esta mañana me levanté temprano, era el pacto con el despertador que tanto odio, su cansino sonar  me desespera aunque lo considero casi imprescindible si es que quiero llegar puntual a algún sitio, lo de madrugar, no es lo mío, ya sabes, la noche me engancha de tal manera al teclado, que a veces amanezco varado en mi asiento.

Al igual que yo el Sol se desperezaba tan lentamente que daban ganas de dejarse caer nuevamente encima de las sábanas; no podía ser, una ducha no muy fría obraría el milagro, ineludiblemente, el señor analista reclamaba mi presencia en su consulta.
Mi sangre, no es del todo normal, aunque diré en mi descargo que no es azul, es de un rojo tan intenso que da hasta miedo, y tan espesa, que imagino a las plaquetas haciendo verdaderos esfuerzos estirándose en las venas para de esta forma pueda circular de una manera más adecuada. Por otro lado son tan finas, que los esfuerzos por localizarlas por parte del ATS de turno son notables; a alguno prometo que vi sudar y después de algún que otro intento reclamar la presencia de un colega para localizarlas.
Los dos sabemos querida Musa, de quien es la culpa.
¿Acaso no lo recuerdas?
Hace algún tiempo, éramos mucho más jóvenes, hicimos un trato, mi sangre sería tu tinta a y cambio me regalarías versos. A fe que lo estamos cumpliendo ambos, pero hoy cuando llegué a la sala de espera, no comprendo la razón, o no quiero asumirla, se me hizo un nudo en la garganta.
A la sazón, la ocuparíamos unas cincuenta personas más menos.
Un celador, nos llamaba por riguroso orden de citación, sabía que tendría que esperar un rato.
Como siempre, eché un ojo a los parroquianos que en ese momento, eran mis desconocidos compañeros.
Algunos charlaban animadamente, otros leían el periódico, hasta había una señora haciendo punto de cruz, una gran mayoría desparramaban su vista por las blancas paredes intentando en su soledad, leer los trazos de la brocha, aunque de lejos, dada su edad, no creo que ni tal cosa vieran.
En un momento indeterminado, me vi reflejado en cada uno de ellos, en cada persona mayor que se encontraba en la sala con el mapa de la vida marcado en sus caras. Me pregunte.
¿Me verán así también?
Y yo esta noche víspera de una huelga feroz me pregunto.
Querida Musa;
¿De quién tomarás la tinta para escribir poemas cuando yo falte, o acaso mi fin estará ligado a tu fin?
No espero tu respuesta, espera tú mis versos.


Hasta pronto querida amiga.

10 comentarios:

  1. Ay en que apuro está tu musa....

    Piensa en ella y no le ofrezcas tu sangre, ofrecele mejor un poema, una copa de vino y un paseo bajo la luna. Es seguro que se quedará para siempre a tu lado.

    ¡Bello texto TIGUAZ!

    mariarosa

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  2. Gracias, María Rosa, un placer leer tus comentarios. Las musas, bien sabes como son, caprichosas e indolentes, en ocasiones no les vale ni la tinta ni los versos, solo quieren sangre. Mil gracias. Desde Galicia mi cariño.

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  3. jajajaa me has hecho reir Tiguaz muy ameno, audaz eres muy bueno escribiendo relatos vale y ademas todos con finales inesperados deja que esas musas broten ellas brotaran y y será eterna esa inspiración , me encantó !!, un beso grande desde mi brillo del mar

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  4. Es una de las tres facetas literarias, hacer llorar, reir y divertir a las personas, al parecer lo consigo por lo que me doy por satisfecho. Gracias por acompañarme en la lectura, aunque detecto que esto se va muriendo muy poco a poco y ciertamente es una pena. No dejemos que eso pase, se secarán los mares. Desde este, está en alerta roja, mi cariño.

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  5. Hola Tiguaz, un diálogo muy intimista con tus musas y con la soledad del escritor.
    Creo que ellas necesitan de tu sangre para poder seguir brindándote inspiración y tu de ellas para poder seguir escribiendo. Una unión que a veces resulta complicada pero si se trabaja bien se obtienen buenos resultados.
    Esa sensación que describes cuando estás esperando para que analicen tu sangre es algo que muchas veces yo también me pregunto cuando estoy en esa misma situación.
    Pasado el temporal ahora viene la calma, cuando llegará la Primavera con toda su belleza, este año está tardando mucho.
    Un beso desde nuestro Vigo en calma meteorológica, sin alertas.
    Puri









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  6. Buenas mañanas Puri, acabo de llegar del Cunqueiro, y después de esas esperas y de esas miradas que ambos conocemos, me encuentro con algo agradable, tu visita. La noche tampoco fue muy buena, que quieres que te diga, el agua azotaba las ventanas y para que más. Agradecerte tú compañía, y manifestarte que sigo sin poder entrar en tu blog. Arreglalo. Mi cariño y un abrazo cordial.

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  7. Qué musa tan distraída y caprichosa jaja, parece que se esconde entre las hojas en blanco que a veces los escritores tienen enfrente y no llega la inspiración. A ti no te falta, ni tampoco las musas te dejan tarnquilo, de hecho escribes a menudo, con regularidad. Un placer leerte.
    Un abrazo.

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  8. Muchas gracias Rosa,el placer es mío al leer tus comentarios y te puedo asegurar que hecho en falta tus escritos, aunque no te lo diga, sabes lo haces sobradamente bien, por lo que deberías seguir haciéndolo para deleite de todos. No me valen ciertas cosas , el tiempo, el trabajo, etc. Animo. Un abrazo.

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  9. Tiguaz, sé que volveré a escribir pero no sé cuando será exactamente. Muchas gracias por tu ánimo, ya sabes que a veces necesitamos un tiempo de reflexión y meditación para volver con más fuerza si cabe.
    Tus palabras no caerán en saco roto; Un abrazo desde nuestro Vigo.

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  10. Todos los animos srra,an pocos siempre y las ausencias notables. Adelante, que no decaiga nada, un abrazo.

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