Foto Tiguaz
La situación se presentaba complicada y el tiempo no era
un factor que jugara a favor de ninguno de los dos implicados en el caso, era
un pulso, tira y afloja tratando de saber cuál era más fuerte, que
criterio debería prevalecer en situación tan
compleja.
La razón aconsejaba una cosa y el corazón todo lo
contrario; había transcurrido demasiado tiempo entre caricias y besos, abrazos
tiernos, profundos además de otras cosas que seguramente el lector bien supone.
¿Qué tendría que suceder en adelante?
El calor de aquella mañana de septiembre de 2015 no
acompañaba en absoluto, es más, hacia que el abotargamiento de los sentidos se
hiciera si cabe demasiado patente. ¿Sería bueno un paseo por la orilla del mar
con los pies en el agua?
La playa estaba a cinco minutos de casa, el coche en el
garaje y el bañador en el segundo cajón de la mesilla de noche, para sus adentros
pensó en la toalla azul que con los
otros tenía bien ubicados, era cuestión de minutos.
El ascensor respondió como no podría haber sido de otra
forma a su requerimiento, en un abrir y cerrar de ojos, la llave calada en la
cerradura de la puerta daba absceso a la plaza de garaje donde su coche, cómplice de alguna que otra travesura
lo aguardaba pacientemente.
El mando a distancia realizó como otras veces la función
de llave y en un abrir y cerrar de ojos, la calle los esperaba con “el asfalto
abierto”. No deba la impresión de que el verano terminara, el tráfico intenso de camino hacia la playa, por ende, se podía pensar que los bañistas
serían acordes a las anteriormente
dichas circunstancias.
No pude resistir el conectar el aire acondicionado, el
calor, 28 grados, era asfixiante, probablemente el que las ventanillas
estuvieran cerradas sería una de las causas, de todas maneras no se si ciertamente estaba agobiado por esas
circunstancia o quizás fueran de otra índole que seguramente estaréis
suponiendo.
Como suponía la playa estaba atestada a
pesar de su longitud solo suponer la cercanía de algún cuerpo en este momento
rompía mis esquemas, es por todo ello, que decidí continuar por la carretera de
la costa hacia una pequeña cala situada bajo las murallas del parador del Conde
de Gondomar, en la cercana Baiona, total los kilómetros que nos separaban eran
escasamente unos veinte, un sitio ideal para comer desde que se pueden
contemplar las isla Cíes, sería el restaurante “O Moscón” , al lado del puerto
deportivo, la playa seguro que tendría poca gente
La música de mi cantautor preferido, Joaquín Sabina, en el recopilatorio titulado
“ Esta Boca es Mía “ de algún modo tapaba las grietas que mi cabeza
detectaba, puedo asegurar que eran bastantes y demasiado profundas, de todas
las maneras tenía que asumirlas salvo que la tirantez del pulso cediera hacia
el otro lado. Baiona a la vista, el Parador también, la playa a tiro de piedra,
cumplía ahora aparcar el coche dentro de la misma fortaleza, tomar un simple
café y bajar a la playa.
Desde las almenas la vista era
impresionante. Las Cíes, las Sícas de
los romanos, daban abrigo a la Ría de Vigo, después, solo Atlántico; recordar al lector que el Puerto Real, así se conoce al
que nos ocupa, fue el de arribada de Colon con su carabela la Pinta al regresó del nuevo mundo, de hecho, una réplica
de esta se encuentra amarrada al espigón del puerto.
El agua fría y clara, la fina arena, recibían mi visita,
el pasear con los pies sumergidos en el líquido elemento seguramente contribuiría
a descargar alguna tensión que otra.
De improviso y sin razón alguna, una sombra fotográfica,
nublo mi mente, era tu retrato; sobresaltado desperté, quise acariciar aquel
soñado cuerpo y solamente me encontré la almohada. Solamente fue un sueño, un
hasta no se cuando y es que cabía un regreso, luego nada.
Soy el tonto de la planta de los pies
el que alivia
frotando tus dolores
alguien necio y muy
torpe, ya lo ves,
el marciano que a
veces te trae flores.
A veces los sueños son tan nitidos que parecen reales....
ResponderEliminarYa llegará otro día e playa y el juego del amor renovará tu sonrisa.
mariarosa
Gracias María Rosa, verte por estos lares es muy gratificante. Un fuerte abrazo desde esta hoy fría Galicia.
ResponderEliminarTiguaz me acerque a saludarte porque hace tiempo que no paso por aquí y me encuentro con esta narración tan precisa de nuestra querida zona turística por excelencia. Esos sueños son tan nítidos que creo que el dueño de la almohada sobre la que vivió esa escena está mandando un mensaje a alguien. La soledad de ese marciano busca amparo en ese retrato.
ResponderEliminarBesos Tiguaz desde nuestro Vigo lluvioso.
Puri
Muchas gracias, Puri, en primer lugar por tu visita; las circunstancias de la vida son casi impensables... Quieres creer que hace unos cuantos días que intento entrar en tu blog y no puedo?. Intenta solucionarlo, dulce Dulcinea, no me deja. Reitero mi agradecimiento y ya sabes por que tú tambien lo padeces, somos, los que escribimos, locos soñadores. Mil besos.
ResponderEliminarFantástico relato me atrapaste de principio a fin te comento que viajé contigo en todo ese recorrido , uufff cuando despertaste yo también lo hice jajajajaj precioso parajes y logras que la sensación del mar cerca uuff soñar es tan bonito !!!, te quedó precioso me encantó !! un beso grande Tiguaz amigo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias por tú visita, Bea, el verte por este rincón de sueños y locuras estimula las ganas de continuar escribiendo. Desde este otro mar mi cariño.
ResponderEliminarHola Tiguaz, primero agradecer tu visita a mi blog y tus palabras. Son temas laborales y falta de tiempo los que me ocupan ahora y desde hace un tiempo.
ResponderEliminarEl tiempo pasa tan deprisa que acabo de ver todos los poemas y escritos que has ido publicando desde mi última visita.
Llego y me encuentro una narración cuando la mayoría de tus textos son poemas y me sorprendo enormemente. EStá enmarcado además en zonas turísticas de Galicia que frecuento en verano. Muy bien llevado de principio a fin, empezando por ese título tan sugerente.
Un abrazo y sigue así...escriendo siempre!!!
Muchas gracias Rosa, es un placer leer tus comentarios y valoro sobremanera tu visita a mis escritos. Muchas gracias. Un beso.
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