Si los besos fueran agua, mil besos te quiero dar,
si las estrellas tus ojos, no me robes tu mirar
si el viento fuera tu cuerpo, abrázame sin parar;
si las hojas arrastradas sintieran tu caminar
alfombra quisiera ser para sentir tu pisar.
Es el aire, el infinito, solo eso, nada más
lo que rompe mi silencio, hasta habla sin hablar
y me tiene a ti prendido a tu cintura quizás
por seguirte a todas partes, por seguirte, nada más.
A pesar de tus ausencias, siento en mí tu respirar
Amigo, un poema sencillamente bello, con tu magnífico toque personal. Un gusto leerte, como siempre!
ResponderEliminarUn abrazo, te mando desde a nosa terra!
Sandra
Gracias, Sandra, eres muy amable.
ResponderEliminarGracias Tiguaz por dejarnos disfrutar de tú poesia.
ResponderEliminarGracias a ti por leerla, Mildred, un beso
ResponderEliminarquien pudiera ser aire para acariciar tu cabello, quien fuera estrella para poder reflejar tu mirada y quien fuera agua para deslizarse por tu rostro.
ResponderEliminarLago azul.
Te llamaré, Lago Azul, la que refleja mi mirada en sus aguas mansas de ensueño.
ResponderEliminarTe supongo en las noches de Luna, como un reflejo de luz en el agua.
Un beso grande.