Foto Tiguaz. Atardecer desde el Carreiro
Una silla, la cama y el olvido
son esos ingredientes del recuerdo
que vives sin vivir
de modo cuerdo
si piensas un
instante lo querido;
no sabes valorar lo
que has tenido,
entre versos de amor
casi me pierdo
esa rima insensata
que discuerdo
sonando a la canción
que no ha existido.
En verano el calor
de madrugada
voy durmiendo
desnudo y destapado
acaricio la nada de
a mi lado
esperando aquella
ausencia deseada.
Donde estas que no
llegas madrugada,
no hay respuesta, tal
vez no sientas nada.
Un soneto que habla de la espera y la soledad que angustia y ahoga.
ResponderEliminarSabes expresar con tanta fuerza el dolor que leerte me angustia.
Un abrazo.
mariarosa
Interpretas de forma tan real lo que escribo, que me dejas sin palabras. Muchas gracias por tu fiel presencia y cariño, un abrazo desde tú otra casa.
ResponderEliminarY qué presencia tan amable la del recuerdo de aquello que no ha existido, qué fuerza desmesurada, qué pasión y cuánto alivio en cada verso, aún por la desgracia de lo que habita en el olvido.
ResponderEliminarUn bellísimo poema.
Mi abrazo sincero.
Muchas gracias Raquel, es reconfortante leer el comentario que haces sobre estos versos. Un placer verte por este rincón de sueños. Saludos
ResponderEliminarEl reCuerdo bebe a sorbos de cada tiempo lo que vivió sintiendo.
ResponderEliminarUn abrazo de luz
La biblioteca del tiepo amiga, que cuando revivimos la nada aflora el no se sabe del entonces para adornar el recuerdo. Mil gracias amiga por tú compañía, te mando un abrazo desde este Sur de las Galias.
ResponderEliminaruuuff ese recuerdo dulce y cálido lleno de añoranza es una madrugada que apura que espera, y la foto espectacular !!! muy .linda tu entrada , un beso desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias por leerme Bea, el recuerdo que deja poso siempre se mantiene a pesar del tiempo y las circunstancias. Alguien debería diseñar un armario no se donde para cuando faltemos se puedan releer, Mi cariño desde este día gris.
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