Foto Tiguaz
No pidas que te
aprieten los tornillos
es costumbre que
suena desfasada
la canción tan
molesta y oxidada
como mezcla de encaje de bolillos.
Quise ser el señor
de los anillos
y soñar que en la almena ilusionada
veía despertar la
madrugada
adornada por miles
de sus brillos.
Se hizo día siendo
aun noche cerrada
al resguardo de tu
dulce mirar
de esos labios
esperaba aquel besar
como carta de amor
ilusionada.
Luego cuerpos y
rimas enlazados
seducción y lujuria
sin pecado.