Foto Tiguaz
Escribirle a un catorce de febrero
es fácil, como desnudar el alma,
sintiendo tus pasos en el sendero
que a gritos van pidiendo ansiada calma.
Me pongo la capa, mi tiempo es oro
por que los minutos van terminando
sin más suspiros y algún sin decoro
desde la lucha vil que me va hablando.
Son rosas rojas que marcan nostalgias,
música incierta del desfiladero
es un mes helado este de febrero
que funde noches y todas las aljias.
Sabes te espero, mi luz de lucero,
por que a la postre eres lo que más quiero