Cubierto por el velo del silencio,
cuando el sol del día no hace nada
escucho impertinente lejanía
el son irrepetible del recuerdo.
Acaricia el humo del cigarro,
aspira la distante cercanía,
acurruca miradas en tu cuerpo,
revive mi recuerdo cada día.
Como fruta prohibida, tu mirada,
como seda anhelada tus caricias
tormentas infinitas en el Norte
mezcladas con el canto de tu risa.
Foto Tiguaz